"Pero Luthien llegó a las Estancias de Mandos, donde están los sitios designados par los Eldalië, más allá de las mansiones del Occidente en los confines del mundo. Allí los que esperan se sientan a la sombra del pensamiento de los Eldalië.
Pero la belleza de Luthien era mayor que la de ellos, y tenia un dolor más profundo, y se arrodilló ante Mandos y y le cantó.
La canción de Luthien ante Mandos fue la más hermosa de las compuestas con palabras, y la más triste que nadie haya escuchado jamás. Inalterada, imperecedera se la canta todavía en en Valinor, más allá de los oídos del mundo, y al escucharla los Valar se entristecen.
[...]
Y cuando Luthien se arrodilló a los pies de Mandos, sus lágrimas cayeron como la lluvia sobre la piedra, y Mandos se conmovió, él que nunca así se conmoviera antes y que nunca así se conmovió después."